LOS ESCULTORES DEL CEMENTERIO PATRIMONIAL DE GUAYAQUIL
Serían los grandes comerciantes cacaoteros de Guayaquil quienes serían los artífices de esta eclosión artística en la ciudad, gracias al auge económico de la pepa de oro. Tras sus viajes a Europa y frecuentar las grandes capitales del Viejo Continente, con un gusto por replicar lo más excelso del arte escultórico y con los medios para realizarlo solo faltaba concretarlo.
Las autoridades del
puerto también aprovecharon esta oportunidad para traer a varios profesionales
en diferentes áreas con el fin de embellecer al puerto. Ingenieros, arquitectos
y escultores desfilaron su arte y experiencia y dejaron grabado su talento en
magnificas edificaciones, estatuas y residencias que aún podemos admirar.
El resultado de esta
bonanza económica: una estatuaria marcada por la influencia europea que
transmite las tendencias artísticas de aquella época. Se impone el clasicismo de
manera absoluta entre los mausoleos que se organizaron en el sector de la
actual puerta 3, que era la original puerta 1, y no podemos obviar la gran
influencia de los escultores italianos que fueron recibidos con los brazos
abiertos en el puerto.
En nuestro camposanto
destacan varios estilos arquitectónicos, como el edículo de Víctor Emilio
Estrada Sciacaluga construido en estilo grecorromano por Pacciani, otros
estilos que se imponen son el neoclásico, barroco, art decó, neogótico, art
nouveau, entre otros. El mármol es el protagonista en las imponentes estatuas,
como un dato especial tenemos que el escultor italiano Augusto Faggioni, nació
en Carrara, Italia, ciudad célebre por las minas del mármol más apreciado en el
mundo por su blancura.
Entre los artistas más
representativos que crearon verdaderas obras maestras en el cementerio de
Guayaquil tenemos a: Carlos Bartoli, Francesco Muccerdini, Pablo Russo, Augusto
Faggioni, Emilio Soro Lenti , Pedro Durini Cáceres , Alfredo Palacio Moreno ,
Pietro Capurro, Emilio Soro Sghirla , Cayo Loor, Celso Moya, Luis Gómez, Evelio
Tandazo, Ditta Luigi Milani, P. Rosello, Antonio Caniparoli , Juan
Del Vecchio, Eugene Benet, Elrich Pietrasanta, Umberto Feltrin, Julio C.
Paredes, S. Menconi, y otros talentosos, entre nacionales y extranjeros,
quienes también fueron artífices de obras arquitectónicas en la ciudad. Entre
esta pléyade de escultores españoles, franceses, portugueses y ecuatorianos, se
destacan los italianos, varios de los cuales se integraron a nuestra sociedad.
En varias de las esculturas
quedan refrendadas sus firmas avalando la autenticidad de su arte inmortal, y
en algunos casos, la fecha y el lugar donde se la esculpió, pues muchos de
los escultores trabajaron en sus talleres de Europa y enviaron las obras en
vapores hasta nuestro puerto.
El arte se conjuga con los
sentimientos en este espacio que nos recuerda nuestro efímero paso por la vida;
sin embargo, el mármol, cual recuerdo pétreo, permanece eterno en las decenas
de esculturas que embellecen el cementerio patrimonial de Guayaquil.
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