LA FASCINANTE BIOGRAFÍA DE ROLF WITTMER WALBROEL
Un joven Rolf wittmer posa para la cámara.
Margret Wittmer tiene sus contracciones acostada en una cueva que era usada por piratas siglos atrás. De seguro, se debió preguntar que hacía ahí, lejos de su Alemania natal, en ese lugar inhóspito sin electricidad, ni hospitales, ni nada que le recuerde a la civilización. Su marido salió disparado a buscar al Dr. Ritter para que le ayude a parir a quien sería el primer ciudadano nacido en la isla Floreana en el salvaje archipiélago de Galápagos.
Ella daría a luz a Rolf Wittmer el día de Año Nuevo de 1933, el primer hijo de Margret y Heinz Wittmer, y según los documentos oficiales, Rolf es la primera persona que nació en la isla Floreana.
Hoy, casi un siglo después, el nombre de la familia Wittmer es reconocida por los habitantes del archipiélago. Si aterrizas en avión en la pequeña isla de Baltra y tomas la carretera a Puerto Ayora, la ciudad principal de la isla de Santa Cruz, verás las palabras “Rolf Wittmer” tan pronto como entras en el pueblo. "es una marca de Galápagos", explica Miguel Pontas, uno de los 280 guías naturalistas autorizados de Galápagos.
Retocedamos en el tiempo para conocer más sobre esta familia alemana que llegó buscando un mejor porvenir en este desierto de lava, las razones de su viaje y que misterios aún hechan sombras sobre ellos.
Es 1932, las maletas están hechas; las cajas, cestas y sacos llenos de enseres domésticos y semillas ya están de camino a Ámsterdam cuando Heinz Wittmer escribe una carta a su “querido alcalde”, el jefe del Ayuntamiento de Colonia Konrad Adenauer, quien más tarde se convirtiría en canciller. Wittmer es su secretario privado, aunque no por mucho tiempo, con el despido, el hombre de 41 años pone fin a su vida de clase media y su vida en Alemania. Quiere salir de Colonia, de la gran ciudad, y empezar de nuevo en una desconocida isla del Pacífico.
Unos días después, Wittmer, su esposa Margret, que es diez años menor que él, y Harry, de doce años, hijo de su primer matrimonio, abordan un barco de vapor de Ámsterdam a Guayaquil, el puerto más poblado en Ecuador. La travesía lleva varias semanas. Dos meses después, el viaje continúa en un velero hacia Floreana. Ubicada a 1.000 kilómetros al oeste de Ecuador continental en el Pacífico, la isla es una de las más de 60 islas del archipiélago de Galápagos, famoso por su biodiversidad.
Después de todas las penurias del viaje y las expectativas puestas en Floreana, cuyo nombre recuerda a "flor" - pero es en honor del primer presidente de Ecuador, el venezolano Juan José Flores - , la bahía de arena gris con los grumos negros de lava, en la que desembarcan los Wittmer, parece una gran decepción. En la isla no se ven árboles, solo arbustos secos que bordean la playa, donde los leones marinos descansan y dan la bienvenida a la familia con sus curiosos "ladridos". Un día Margret escribiría una nota: "No podría haber imaginado un lugar más solitario que esta isla". Se da cuenta de que no hay vuelta atrás.
Mientras Margret sigue a tientas hacia el terreno que se convertirá en su hogar, Heinz y Harry arrastran las cajas, los sacos y las maletas por la playa. Luego van en busca de un lugar adecuado para acampar durante la noche, que cae bruscamente a las 6 de la tarde cerca del ecuador.
El berlinés Friedrich Ritter - el otro colono alemán, dentista de profesión que había llegado antes que los Wittmer - no habría programado la cesárea cuando nació Rolf. De hecho, detestaba compartir la isla con los recién llegados. El parto se lo realizó dentro de una de las tantas cuevas de Floreana , que según la creencia popular, fue hecha por los piratas. Pronto la familia Wittmer vive en una casa que ellos mismos construyeron.
Rolf con apenas un año de edad
El pequeño Rolf junto a su madre Margret
Luego el Dr. Ritter moriría intoxicado por el consumo de carne envenenada. La baronesa y su amante Robert tendrían un final trágico, ambos desaparecerían sin dejar rastro, sus cuerpos jamás serían encontrados. El otro amante de la baronesa, Rudolph, abandona la isla para ser encontrado muerto en la isla Marchena.
Una sombra de sospecha cae sobre los Wittmer, pero el caso nunca se aclara dando origen a las más diversas versiones. No faltaron las acusaciones entre unos y otros. Los periódicos alemanes especulan, pero al final nunca se levantan cargos contra nadie.
Margret Wittmer luego contaría sus experiencias en su libro "Floreana, lista de correos", publicado en Alemania en 1960 y que solo está disponible de segunda mano, pero todavía se publica en Galápagos. Una nueva edición fue lanzada en 2010 por Editorial Galápagos, originalmente titulado “Postlagernd Floreana”. Posteriormente fue traducido a 15 idiomas y luego llamado “Floreana” en inglés.
En ese libro se habla de la esporádica aparición de barcos con turistas, las extravagancias de la baronesa Wagner, las visitas de habitantes de otras islas, los esfuerzos para crear una empresa de turismo, los momentos de amistad y las trifulcas, los artículos de prensa del doctor Ritter, los llamados de atención a las autoridades ecuatorianas para que pusieran fin a las actividades violentas de la baronesa y mucho más
La familia Wittmer y sus descendientes serían los únicos residentes permanentes, que si bien nunca levantaron un hotel de lujo, si administran una hostal, por cierto muy visitadas por turistas y "curiosos".
La primera casa de los Wittmer
La familia Wittmar en su segunda casa
Rolf y su hermana Inge, foto de 1943
SU HERMANA INGE "FLOREANITA"
Ingeborg Wittmer (der.) y su hija a la izquierda, las dos dirigen el Hotel Wittmer Lodge
Durante la Segunda Guerra Mundial, las Galápagos sirvieron como base de entrenamiento para los soldados estadounidenses y como sitio desde donde podían monitorear el Canal de Panamá. Los Wittmer establecieron fuertes vínculos con los soldados y suministraron diversos productos agrícolas para la base militar estadounidense.
A lo largo de los años, la familia acogió a varias personalidades como el aventurero noruego Thor Heyerdahl, conocico por ser el responsable Kon-Tiki en 1947, y el biólogo de tiburones austriaco Hans Hass.
Rolf y su familia se dedicaban a la pesca, y ese fue su medio de vida por algunos años, para 1954, Rolf compraría su primerbarco pesquero y lo bautizaría “Köln”. En sus propias palabras, por consejo de Don Karl Angermeyer, acondicionó al “Köln”, su primera embarcación para turismo, y así comenzó la trayectoria en esta actividad.
Rolf Wittmer y la tripulación revisando el radio transmisor utilizado abordo en las comunicaciones con Capitanía de Puerto.
Rolf wittmer en su embarcación en 1982
Al principio, de manera irregular y casi espontánea, llegaban los primeros visitantes, curiosos y aventureros a Galápagos. Por la calidad en la atención de su pequeño emprendimiento, la fama y reputación de Rolf, fue creciendo de a poco.
De 1962 a 1967 llevó a las islas a científicos en su barcoy luego de 15 años construyó su primer yate turístico,un velero para seis pasajeros, siendo un pionero en el turismo marino. Esto iniciaría la senda para establecer Rolf Wittmer Turismo Galápagos. Durante los últimos 50 años, la empresa ha llevado a más de 35.000 visitantes a explorar las islas.
Rolf wittmer con varios científicos en 1960
Para noviembre de 1969, el Capitán Rolf Wittmer comenzó a ofrecer actividades turísticas formales a bordo de un yate que diseñó y construyó especialmente para albergar a 6 pasajeros: el yate a motor “Tip Top I”. Este fue el comienzo de un negocio que creció muy rápidamente debido principalmente a los excelentes servicios y atención personalizada que Rolf Wittmer brindaba.
El primer Tip Top, construido por el propio Rolf Wittmer
Otra de las embarcaciones dedicadas al turismo
Construcción del Tip Top II
El Tip Top IV
SU LEGADO: LA FUNDACION ROLF WITTMER
Siendo el penúltimo sobreviviente de la familia Wittmer, Rolf Wittmer, falleció el 11 de septiembre de 2011 por un cáncer pulmonar en la isla Santa Cruz, en la que se instaló desde 1982, para administrar su empresa de turismo. Tenía 78 años. Le sobreviven sus cinco hijos, Margarita, Elizabeth, Charles, Ingeborg y Enrique, y doce nietos. Además de su hermana Floreanita, 5 años menor a Rolf.
La Fundación Rolf Wittmer fue levantada por sus hijos y nietos hace 12 años, cuando Rolf aún vivía. Su hijo Enrique Wittmer es el vicepresidente.
Brindan ayuda a la educación de personas de escasos recursos de la zona. También apoya a una voluntaria que se encarga de enseñar el idioma inglés en la escuela fiscal mixta Amazonas, donde estudian 24 niños. Se le facilita logística, alojamiento y alimentación porque Floreana está muy distante, remota y aislada. Además se hace una labor de conciencia ambiental con los estudiantes de la isla.
En julio de 2011, Rolf Wittmer, recibió reconocimientos por parte de CAPTURGAL, ASOGAL, ADATUR, FENACAPTUR, la Fundación Charles Darwin, además el Municipio de Santa Cruz, la H. Asamblea Nacional, y fue designado “Guardaparque de Honor” por parte del Ministerio del Ambiente,
A los 75 años, recibió su certificado de escuela primaria. "Un hombre muy respetable", dijo el naturalista Pontas lleno de aprecio. “Wittmer nos ayudó a desarrollar nuestras islas para el turismo.” La frase se convertiría en un obituario, porque Rolf Wittmer falleció el 11 de septiembre de 2011.
El humilde cementerio de la familia Wittmar donde reposa ahora Rolf con los suyos
El domingo 19 de Febrero de 2012, el Ministerio de Turismo inauguró el Muelle Rolf Wittmer en la isla Floreana, en homenaje a su trayectoria personal y empresarial.
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