GALÁPAGOS SINIESTRO: PATRICK WATKINS, PRIMER HABITANTE DE LAS ISLAS (1805-1809)

Supuesto retrato de Patrick Watkins



Es posible que las islas Galápagos, de tiempo en tiempo, haya tenido habitantes temporales, algunos de ellos marinos, otros cazadores de tortugas galápagos. Estos últimos vendrían por temporadas relativamente cortas, para producir aceite para los mercados del continente. 


Sin embargo, siempre aparece un nombre como el primer habitante estable de Galápagos: Patrick Watkins.


Se han relatado algunas historias sobre Watkins basadas principalmente en información del diario del capitán David Porter y de la obra "The Piazza Tales " escrita por Herman Melville, bajo el título de "The Encantadas". Ninguno de los autores conoció personalmente a Watkins y dependieron de las historias que habían pasado de boca en boca entre los balleneros. Estas fueron anotadas por el capitán Porter, y se cree sirvió luego como fuente principal a Melville.


En todo caso Watkins existió y llevó una vida solitaria, tierra adentro de Playa Prieta, en la isla Floreana, conocido entre los balleneros como “Pat’s Landing” – el Puerto de Pat. 



FLOREANA, EL HOGAR DEL IRLANDÉS LOCO


Aunque Watkins - nacido en el pueblo de Tullamore, en el corazón de Irlanda - siendo considerado el primer colono de las islas Galápagos, no se sabe con certeza cuánto tiempo vivió en la isla Floreana. Algunos documentos mencionan que de 1805 a 1809, otros de 1807 a 1809, pero se conoce con certeza, por su carta, que partió del archipiélago en 1809, y que llegó a Guayaquil solo. 



Tampoco se sabe la razón por que se lo dejó solo en aquella inhóspita isla. Los corsarios ingleses y holandeses tenían la costumbre de abandonar en las islas a los marineros revoltosos. En otras versiones, el propio Watkins se quedó en la isla por su voluntad. 


Logró sobrevivir en la naturaleza cazando palomas que se dejaban atrapar fácilmente, cultivando verduras en un terreno de 8 km² en un pequeño valle. Era conocido por intercambiar sus verduras por botellas de ron con los barcos que hacían escala en las islas. Pero ese licor tenía un fin diferente al consumo personal.


Los balleneros de Estados Unidos, los corsarios ingleses y holandeses, visitaban las islas para proveerse de agua, pescado y tortugas, algunos también buscaban madera para reparar y carenar sus barcos, además de cazar aves, las mismas que se dejaban atrapar fácilmente. La visita de esos marineros sería la clave para salir de ese desierto de lava. 


EL TESTIMONIO DE WILLIAM POTTER



Entre las pocas historias sobre Patrick Watkins, la más conocida es gracias a la bitácora del capitán norteamericano William Porter, en un viaje que éste hizo al Océano Pacífico, y llegó a las Galápagos entre 1812 ó 1813, años después de que Patrick Watkins dejara Floreana. 


En ese tiempo, encontrar un campo cultivado en Galápagos podía considerarse una alucinación, pero así sucedió en Floreana con los huertos de Patrick Watkins, auto declarado "emperador", y Potter nos transmite que: 
“En el lado oriental de la Isla se encuentra otro sitio de fácil acceso que se llamaba El Puerto de Pat, que por algún tiempo la inmortalizó un irlandés llamado Patrick Watkins, que hace algunos años decidió abandonar un buque inglés y tomar posesión de la isla. Allí construyó una choza que llevaba su nombre y estaba ubicada a una milla de la playa de un vallecito de dos acres de tierra cultivable (…) Sembraba efectivamente patatas y zapallos en cantidades considerables y las cambiaba por botellas de ron o por dinero” .


El capitán Porter también comentó sobre el aspecto de Watkins: 
"Por lo que me han contado de él, el aspecto de este hombre era el más horrible que uno pueda imaginar; ropas hechas jirones, apenas lo suficiente para cubrir su desnudez, y cubierto de alimañas, barba y pelo rojo enmarañado, la mayor parte de su piel quemada por la constante exposición al sol, y tan salvaje y primitivo en su forma de actuar y en su aspecto, que dejaba a todos mudos de espanto."


LAS ARTIMAÑAS DE WATKINS



Watkins era muy astuto y, al parecer, estafaba a otros marineros que desembarcaban en la isla para que trabajaran para él. Su método era sencillo: utilizaba ron para emborracharlos, los maniataba y los mantenía ocultos hasta que los barcos zarpaban de vuelta al mar sin ellos, entonces los obligaba a jurarle lealtad. 



Después de varios meses, él y sus hombres consiguieron robar un bote de un barco y un día de 1809, partieron de Galápagos hacia el Ecuador Continental.


ADIÓS A LAS GALÁPAGOS



La carta que Patrick Watkins dejó en su choza, menciona:
“He pedido repetidas veces a los capitanes de las naves que vendieran un bote o que me sacaran de este sitio, pero siempre encontré la negativa. Se presentó la oportunidad de poseer uno y la aproveché. Por largo tiempo me he esforzado con trabajo y sufrimiento, por acumular recursos para hacer más cómodo este lugar pero varias veces he sido robado y maltratado y últimamente por el Capitán Paddock, quien no ha actuado según los principios que él profesa, ni según el uniforme que lleva por la forma como me castigó y me robó 500 dólares y otros artículos. El 29 de marzo de 1809 zarpé de la isla encantada en el “Black Prince” con destino a las Marquesas. No mate a la gallina vieja; está empollando y pronto tendrá pollitos”. 
Firma: “Oberlus, sin padre”.


EL ESCAPE Y LOS ÚLTIMOS DÍAS DE WATKINS



Ya con el bote robado de una nave visitante y los cuatro hombres - que aparentemente secuestró - enrumbó para el continente, arribó a Guayaquil, pero llegó solo en ese bote sin cubierta. Los que zarparon con él, debieron perecer en el mar por la sed o quizás fueron asesinados cuando escaseó el agua, 


De Guayaquil siguió a Perú, y se quedó en Piura o Paita - la ciudad cambia según la versión - donde se ganó el corazón de una mulata con quien pensaba regresar a las islas, pero no logró concretar su retorno.


Merodeando en la ciudad, por su apariencia salvaje se hizo sospechoso ante la policía y al encontrarlo bajo una quilla de una pequeña nave lista a ser lanzada al mar, fue tomado prisionero y fue visto por última vez en la cárcel de Perú y no se supo nada más de él.


Trivia: Watkins inspiró una novela llamada: "La Iguana", de autoría de Alberto Vazquez Figueroa, a su vez se realizó una película sobre la misma dirigida por Monte Hellman. Es una versión libre basada en este personaje,





              

Escena del film "La Iguana"


https://www.youtube.com/watch?v=hqoEiXg8WGw&ab_channel=Film%26Clips



Comentarios

Entradas populares